La estructura financiera de una empresa es la composición del Capital y de los recursos generados por ella o los que ha obtenido de terceros. Es decir, es la composición del Patrimonio Neto y del Pasivo a largo y a corto plazo.

En la estructura básica del Balance de la empresa se representa del siguiente modo:

Sin título

Son los recursos financieros de los que dispone una empresa para sostener la actividad corriente y apoyar el crecimiento a través de nuevas inversiones y proyectos. Se pueden clasificar en la titularidad, distinguiendo ente recursos propios y ajenos. Si atendemos a su permanencia en la empresa, se pueden clasificar en recursos a corto, y medio y largo plazo. En función de su exigibilidad pueden ser exigibles o no. Según su procedencia los diferenciaríamos en recursos internos o externos.

  • El Patrimonio Neto = Capital + Autofinanciación (Reservas + Amortizaciones): son recursos propios, a medio y largo plazo y no exigibles. El Capital son recursos externos y la Autofinanciación recursos internos.
  • El Pasivo no Corriente son recursos ajenos, a medio y largo plazo, exigibles y externos.
  • El Pasivo Corriente son recuro recursos ajenos, a corto plazo, exigibles y externos.

El análisis de la estructura financiera es una parte del análisis financiero del Balance. Los resultados de los principales ratios utilizados han de valorarse en función del tipo de empresa que se trate y del periodo de vida que tenga. También conviene compararlos con los resultados medios del sector. Estos ratios son:

  1. Ratio de endeudamiento total= Recursos ajenos (P no Corriente + P Corriente) / Recursos propios o Patrimonio Neto. Indica el respaldo que proporcionan los recursos propios (Capital y Reservas) al total de recursos ajenos. Un valor adecuado puede ser entre el 40% y el 60%.
  2. Ratio de exigibilidad = P Corriente / (P no Corriente + P Corriente) x 100. Indica la exigencia de devolución a corto plazo de las deudas totales de la empresa. El valor idóneo ha de situarse entre el 20% y el 50%.

Debemos analizar también si los Activos de la empresa cubren su estructura financiera:

  1. Ratio de autonomía = Patrimonio Neto / Total Activo x 100. El valor idóneo ha de ser mayor al 50%.
  2. Ratio de dependencia = (P no Corriente + P Corriente) / Total Activo x 100. El valor idóneo ha de ser menor al 50%.

El análisis de la estructura financiera tiene su importancia porque interesa gestionar si la combinación de recursos es eficiente respecto a los objetivos empresariales, si tiene el menor coste y riesgo posibles, y si la empresa puede llegar a un apalancamiento financiero que le permita multiplicar lo máximo posible su rentabilidad.

En efecto, la rentabilidad financiera se ve influenciada de forma decisiva por la estructura financiera (proporción Deuda / Recursos propios) y el coste de recursos ajenos. Es la suma de la rentabilidad económica y el factor de apalancamiento

El margen de apalancamiento es el que determina que la rentabilidad financiera aumenta o disminuya con respecto a la económica:

  1. Si es positivo implica que con cada euro ajeno invertido en el activo obtenemos una rentabilidad superior al coste de esa financiación
  2. Si es negativo implica que con cada euro ajeno invertido en el activo obtenemos una rentabilidad menor al coste de esa financiación, por lo que conviene reducir la proporción de recursos ajenos de nuestra empresa.
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